B de basilisco
Escrito por Miguel Ángel Paniagua Escudero, sábado 1 de noviembre de 2014 , 11:11 hs , en Animación a la lectura

El basilisco (Basiliscus basiliscus) es ese gracioso lagarto centroamericano que puede correr sobre sus dos patas en la superficie del agua. Le pusieron ese nombre por la cresta que luce como una corona, lo que recordaría al legendario Basilisco (diminutivo del griego Βασιλεύς, rey). En ciertos bestiarios antiguos, era el rey de las serpientes, y disponía de un aliento muy venenoso, pero lo que más lo caracterizaba era su poder de petrificar con la mirada.

En el Quijote, a la rica e independiente pastora Marcela la motejan de basilisco por sus desdenes, que causaron la muerte al bucólico Grisóstomo; claro que, bien mirado, el suicidio responde a la incapacidad de vivir en el mundo en que la doncella amada es libre y no se sujeta al posesivo enamorado, igual que don Quijote responde con la locura a un mundo que no le gusta. Marcela rechaza la tiranía amorosa imponiendo la suya a sus pretendientes: triste libertad la de no poder mirar al basilisco de amor, y así se podría seguir ad infinitum. Es lo que pasa con el Quijote.

La serie de novelas juveniles de J. K. Rowling en torno al aprendiz de mago Harry Potter con gran frecuencia recurre como contenidos para su mundo fantástico a varios acervos mitológicos como el egipcio (el fénix), el céltico (las hadas y duendes), germánico (trolls, elfos), el de la alquimia medieval (la piedra filosofal, la mandrágora) o el oriental (dragones). Sin embargo, es de los relatos mitológicos griegos de donde provienen los materiales más habituales, sean nombres (Hermione, Casandra), animales (lechuzas) o seres fantásticos (grifos, quimeras o nuestro amigo el basilisco).

 

El basilisco salía de un huevo de sapo o serpiente incubado por una gallina, lo que remite al miedo del mundo antiguo a lo híbrido; la petrificación servía para explicar algunas curiosas formaciones minerales antropomórficas; el terror al veneno de reptiles justifica el resto. ¿Por qué llamarlo rey e imaginarlo con corona? Por lo visto, el origen del mito fueron las noticias de la asiática cobra real (Ophiophagus hannah), la serpiente venenosa más grande que existe, con capacidad para escupir veneno a gran distancia hacia los ojos de sus víctimas, y que, además era insignia de la realeza (como lo era para los egipcios). Probablemente fuera un error de interpretación de noticias faunísticas reales, como ocurrió con el hipopótamo (en griego “caballo de río”) o el unicornio (probablemente un rinoceronte o un antílope tuerto).



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