K de Kraken
Escrito por Miguel Ángel Paniagua Escudero, sábado 26 de abril de 2014 , 16:06 hs , en Animación a la lectura

 

El director del CEPESMA, Coordinadora para el Estudio y Protección de las Especies Marinas, prefería llamar a sus instalaciones en el puerto de Luarca Museo del Kraken. Antes de que uno de los temporales que se han sufrido este invierno se llevara por delante todo su esfuerzo, allí se mostraban algunos de los calamares gigantes (Architeuthis dux) cuya misteriosa ecología se pretendía difundir. Estos enormes invertebrados (uno de ellos medía más de 13 metros, y se han descrito ejemplares de más de 20) viven en los abismos marinos, donde son devorados por los cachalotes tras combates tan formidables como hipotéticos.

Se supone que la bestia mitológica nórdica llamada Kraken estaba inspirada en la visión de esos calamares gigantes (o bien de cachalotes o bien de ambos) a los que se achacaban algunas desapariciones de navíos. Además, el Kraken inspiró el monstruo que Verne propuso como rival del Nautilus de Veinte mil leguas de viaje submarino, pero lo más probable es que su conocimiento le llegara en primer lugar a través de un popular poema (soneto extendido de 15 versos) de 1830 de uno de los grandes románticos ingleses, Alfred Lord Tennyson:

Below the thunders of the upper deep;
Far, far beneath in the abysmal sea, 
His ancient, dreamless, uninvaded sleep
The Kraken sleepeth: faintest sunlights flee
About his shadowy sides: above him swell
Huge sponges of millennial growth and height; 
And far away into the sickly light, 
From many a wondrous grot and secret cell
Unnumbered and enormous polypi
Winnow with giant arms the slumbering green.
There hath he lain for ages and will lie
Battening upon huge sea-worms in his sleep,
Until the latter fire shall heat the deep;
Then once by man and angels to be seen,
In roaring he shall rise and on the surface die.

El misterio de la oscuridad que envuelve lo inmenso frente a la purificación luminosa y llameante del Apocalipsis, según la visión de Tennyson, remite a otro fenómeno de la criptozoología: el Leviatán de la Biblia, que era la mayor bestia y con el máximo poder destructivo, cuya muerte se asociaba en el Antiguo Testamento con los sucesos del fin de los tiempos. Evidentemente, el fin de los kraken de Luarca ha sido mucho menos solemne, como ocurre con sus apariciones como monstruo de efectos digitales en películas recientes como Furia de titanes o Piratas del Caribe. Son malos tiempos para la mítica.



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